LITERATURA HUANCAVELICANA Primer ejemplar de "El derecho de matar" de Serafín del mar y Magda Portal |
I.
MARCO HISTÓRICO CULTURAL
1.1.
Europa y el periodo de entreguerras
La primera mitad del
siglo XX está, sin duda, marcado por las dos Guerras mundiales que llevarían a
la debacle a Europa; la primera de ellas (1914-1918), coincidiendo
paradójicamente, con las primeras eclosiones vanguardistas y, la segunda,
(1939-1945) con el final de las mismas.
La
I Guerra mundial se inició a finales
de julio de 1914, cuando el Imperio Austro-húngaro, declara la guerra a Serbia
y más tarde a Rusia; posteriormente, 18 naciones conocidas como las potencias asociadas, formarían el
llamado eje aliado, que al final de
la guerra, en 1918, derrotarían a los imperios
centrales (Alemania, Austria-Hungría, Turquía y Bulgaria). De este periodo
son determinantes dos hechos: la hegemonía y liderazgo mundial de Estados
Unidos y Japón en Europa y Asia respectivamente y la eclosión, en 1917, de la
Revolución Rusa; éste último conllevaría más tarde, en 1923, a la creación de
la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y su nuevo sistema de
gobierno, el bolchevique, liderado
por Vladimir Ilich Ulianov Lenin.
Consecuencia
también de este periodo en Estados Unidos es, sin duda, el llamado Felices años 20 o Años locos (años de prosperidad y despilfarro
económico) y que se verían opacados y extintos por la Gran crisis de 1929, más
conocido como La Gran Depresión, en
la que la Bolsa de Nueva York cae estrepitosamente y con él, el desempleo se
hace latente, mientras el agro decrece.
Por
otro lado, en Europa, posturas nacionalistas y socialistas crecen en torno a
las principales ciudades alemanas e italianas, ya que el peso de la guerra
pasada había recaído sobre ellos: las Potencias
aliadas y vencedoras exigen indemnizaciones gigantescas, así como su
desintegración y el reparto de sus territorios; los acuerdos de la Conferencia de Paz de Paris de 1919, se convierten así en detonantes para el
estallido, en 1939, de otra gran guerra, la
II Guerra mundial.
En
España, a inicios de la década del 30, se había iniciado ya un periodo de
crisis político-social que confluiría más tarde en el estallido de la Guerra civil (1936-1939); Mussolini,
así mismo, tomaría el poder en Italia y en 1932 el Partido Nacional Socialista de Hitler haría lo mismo en Alemania:
el nazismo se caracterizó por su
pensamiento ultranacional, totalitaria y expansionista, a su vez, rechazaban el
comunismo, el liberalismo, el semitismo y pregonaban, a voz en cuello, su
supuesta supremacía racial.
La Guerra civil española,
iniciada en 1936, culminaría en 1939 con el triunfo del general Francisco
Franco, aliado de Hitler y Mussolini; ese mismo año, Alemania declara la Guerra
a Checoslovaquia, luego a Polonia, para al fin recibir la declaración de guerra
de parte de Gran Bretaña y Francia. La guerra se acentuaría después, cuando el
ejército japonés ataca Pearl Harbor (Estados unidos) y los alemanes a la Unión
Soviética.
Ya
en 1945, concluida la guerra, el equilibrio político vira en favor de Estados
Unidos y de la hoy extinta Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS),
la una promoviendo un acervo capitalismo y la otra un nuevo sistema de
gobierno, el socialismo; a continuación Estados Unidos implementa el llamado Plan Marshall, que, muy a pesar de su
tinte altruista y solidario, no fue más que una estrategia para preconizar su poderío:
temerosos por perder el mercado europeo o de que estos se sintieran motivados a
recibir apoyo de manos de la emergente economía soviética, procuran la
reconstrucción de la misma; asimismo, como consecuencia de dicha guerra,
naciones como las de Israel y la de India reclaman y cobran independencia, esta
última liderada por el líder nacionalista Mahatma Gandhi.
Con
el objetivo de evitar futuras guerras, en 1945 y 1948, se erigen también dos
organizaciones de gran influencia hoy en día: La ONU y la OEA. La
Organización de las Naciones Unidas (ONU), sería creada el 24 de octubre de
1945 con el objetivo de mantener la paz y la seguridad internacionales,
desarrollar relaciones de amistad y de cooperación entre sus miembros y
fomentar el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales de
los ciudadanos del mundo; en tanto, la Organización de Estados Americanos
(OEA), sería creada el 30 de abril de 1948 con el objetivo de consolidar la paz
y seguridad en el continente y promover la democracia y cooperación entre los
21 países miembros.
1.2.
Periodo de inestabilidad política en Latinoamérica
La
primera mitad del siglo XX Hispanoamérica se caracterizaría por su
inestabilidad política, económica y social: en muchos de estos países se
implantarían reformas de diversa índole; sin embargo, gobiernos corruptos
engendrarían grupos subversivos, quienes con sus revueltas, buscaron
mejorar las condiciones de vida del pueblo, pero nada sería determinante salvo
los constantes cambios de gobierno y diversos golpes de Estado; por otro lado,
frente a la guerra europea la mayoría de los Estados hispanoamericanos, se
mostrarían neutrales, salvo países como Chile, Brasil y Argentina.
Conjuntamente con el final de la I Guerra mundial (1918), comienza
también el deceso de la Revolución
mexicana, iniciada en 1910: Francisco Madero había sido asesinado en 1913 y
Emiliano Zapata en 1919; consecuentemente, Venustiano Carranza, partidario de
la clase burguesa asciende al poder e intenta estabilizar el país, manteniendo
a su vez, las reformas alcanzadas (la propiedad de la tierra, la regulación de
la economía y la protección de los trabajadores); la nueva constitución de 1917
establecía un nuevo código laboral, prohibía la reelección presidencial,
expropiaba propiedades de las órdenes religiosas y restablecía los terrenos
comunales a los indígenas. La revolución
mexicana concluiría definitivamente con el asesinato de Venustiano Carranza
en 1920 y la de Francisco Villa en 1923. En los años posteriores, una grave
inestabilidad política y social, en la que finalmente, las aspiraciones y la
presión norteamericanas primarían, direccionaron la política mexicana.
En México también, el peruano Raúl Haya de la Torre
funda el movimiento político denominado Alianza
Popular Revolucionaria Americana (APRA), movimiento que, en un inicio,
anhelaba la unión política de América Latina; los objetivos que entonces
direccionaron su ideal aspiraron, principalmente, a la lucha contra el
imperialismo estadounidense, la internalización del canal de Panamá, la
solidaridad con los oprimidos y la nacionalización de tierras e industrias; no
obstante, sus aspiraciones no alcanzarían el reconocimiento continental,
quedándose reducido tan sólo dentro de las fronteras del Perú, en donde, en los
años 30, durante el segundo gobierno de Augusto Bernardino Leguía (Oncenio de
Leguía), sería declarado ilegal y perseguido sus partidarios.
En Centroamérica, la intervención militar de Estados Unidos fue casi total, las
revueltas y levantamientos civiles fueron opacados por éstos, controlaron
inclusive los asuntos internos de varias naciones centroamericanas, manejaron
la vida política, social y económica a su antojo, apoyando incluso una de las
dictaduras más perversas e inhumanas de la historia, la de Rafael Leónidas
Trujillo, quien se hiciera del poder dominicano en 1930: la familia Trujillo no
pudo ser derrocada sino hasta 1961.
En Nicaragua, iniciada la Guerra Civil, Augusto
César Sandino lidera los movimientos revolucionarios en contra de la injerencia
norteamericana; no obstante, su postura acrecentaría aún más la intervención
del ejército opresor, dejando recién en 1933, la pacificación del país, en
manos de la Guardia Nacional de Anastasio Somoza, quien se haría del gobierno
hasta 1979. César Sandino fue asesinado en 1934.
En Sudamérica, en 1932, estalla la Guerra del chaco entre Bolivia y
Paraguay, cuya principal aspiración fue la de posesionarse de la zona del
Chaco, por la presunta existencia de petróleo en el lugar; la guerra culminaría
en 1935 con un saldo de más de 75 mil muertos. Otra guerra, es la protagonizada
por Perú y Ecuador entre 1941 y 1942, guerra que pretendía delimitar las
fronteras entre ambos países.
Por otro lado, Uruguay y Argentina se elevaron al
frente de la vida política de la región como las dos naciones más estables
política, económica y socialmente.
1.3.
Huancavelica: Don Celestino Manchego
Muñoz y el Tren macho
La estructura social huancavelicana, al igual que
en el resto de las ciudades andinas peruanas, a comienzos de siglo, se
encontraba determinado por las haciendas y las comunidades campesinas
independientes; los protagonistas de estos últimos, en la década del 20,
tomarían más fuerza e importancia, llegando a hacerse de extensiones de tierras
que antes pertenecían a los mistis;
no obstante, la explotación y el abuso continuarían, primero de manera directa
y luego indirectamente; por otro lado, el interés por la minería crece
abruptamente, son explotados la mina Cobriza
en Tayacaja y Huachocolpa en
Angaraes.
Durante el Oncenio de Leguía, termina por construirse el ferrocarril que une
actualmente la capital de la región con Huancayo, la ciudad más importante del
centro del Perú: Por iniciativa del primer gobierno de José Pardo y Barreda
(1904-1908), se inicia su construcción en 1908 con el objetivo de unir Huancayo
y Ayacucho; no obstante, el entonces Ministro de Fomento y diputado
huancavelicano don Celestino Manchego Muñoz, aún en contra de la mayoría parlamentaria, logra
desviar la construcción hacia Huancavelica, fundamentando su pedido en los
siguientes términos “...de Huancavelica
el tren traerá riqueza mineral, pero de Ayacucho solo traerá lucmas y
tunas...”; hoy, su nombre engalardona la principal avenida de la ciudad y la
locomotora a vapor de aquellos años, es expuesta en los alrededores de la
Estación Central de Huancavelica como símbolo de pujanza y empuje de todo un
pueblo que vio en este tren el cimiento del desarrollo y la modernidad.
En el campo político, en
1934, habiendo sido declarado ilegal el partido aprista, sus seguidores son
perseguidos, encarcelados y hasta exiliados; es entonces, cuando en
Huancavelica, el 27 de noviembre un grupo de partidarios del APRA, en
complicidad con la Guardia civil optan por tomar el control político de la
región, tal y como había decidido la dirigencia aprista nacional; no obstante,
tras la poca y casi nula resonancia y la llegada, el día 29, del Regimiento N.°
3 de Infantería, los “revoltosos”
deciden huir, sin antes asesinar a sangre fría a sus rehenes.
II.
LOS MOVIMIENTOS DE VANGUARDIA DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
2.1.
La eclosión vanguardista europea
Las vanguardias fueron movimientos artísticos y literarios surgidos
paralelamente en Europa y América a partir de la segunda década del siglo XX,
extendiéndose en el tiempo hasta finalizado la II Guerra mundial.
Las
primeras manifestaciones se mostraron ya a finales de la primera década; poetas
como el italiano Filippo Tomasso Marinetti y el francés Guillaume Apollinaire
lideraron los movimientos futurista
y cubista respectivamente, en la que
preconizaron un tipo de poesía desconocida hasta entonces: mientras Marinetti
exaltaba la velocidad, la guerra y el futuro mundo tecnológico, Apollinaire
sorprendía al mundo con sus caligramas e ideogramas en las que rompía la estructura
lógica y sintáctica del poema. Posteriormente y paralelo al estallido de la I Guerra mundial, Tristán Tzara funda
el movimiento dadaísta y el también
francés André Bretón exhorta al cultivo de la escritura autómata (el surrealismo), consistente en la
afloración del mundo subconsciente, dejando de lado los pensamientos
conscientes y congruentes.
En
su afán por sorprender y escandalizar, los vanguardistas buscan así, la
originalidad en métodos y formas que nunca antes se habían explorado: rompen
con los moldes clásicos de la métrica y la rima en la poesía, adoptan el verso
libre como forma estructural del poema, en la que sólo se prioriza el ritmo y
la musicalidad; en tanto, en la narrativa priorizan la forma más que el
contenido: insertan el monólogo interior en los diálogos, rompen con el orden
lógico de la historia y se internan en el mundo interior de sus personajes. El
teatro, por su lado, se desprende también, a su manera, del tinte clásico de
las escenificaciones anteriores; prima así, la sorpresa, la falta de
significado de la trama, la incoherencia y el disparate.
En
España surge la Generación del 27 y
en Estados Unidos la Generación perdida.
La primera de ellas empeñada en buscar la confluencia de la cultura y la poesía
tradicional con los aportes del surrealismo y la segunda, desencantados del
contexto, apuntan por una literatura más oscura y existencial. Representantes
son Pedro Salinas, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca o Gerardo Diego en
la Generación española del 27; y Ernest Hemingway, William Faulkner y Ezra
Pound en la norteamericana.
La
Nueva objetividad es de Alemania y
sus cultures buscan retratar la realidad tal cual es; para ello realizan
experimentaciones en el campo narrativo y teatral, insertando como recurso el
lenguaje propio de los artículos periodísticos. El Renacimiento del Harlem, por su lado, negó la tradición y el canon
occidental, exaltando, por el contrario, la cultura afroamericana y una
perspectiva multicultural. Representantes de la Nueva objetividad son Bertolt Brecht, Hermann Hesse y Alfred
Döblin; en tanto, Claude Mckay, Jean Toomer y Jessie Fauset lo son del Renacimiento del Harlem.
En
la década del 30 el Realismo socialista
es practicado dentro de las fronteras de los países de influencia soviética. El
desencanto por los modos y vida de la sociedad capitalista se ve reflejado en
obras que optan por retratar el ideal comunitario y social.
La
II Guerra Mundial determinó también la temática de las futuras manifestaciones
literarias, así tenemos a El diario de
Anne Frank como una de las novelas más representativas de la Literatura del holocausto. Otros
escritores de esta tendencia son Primo Levi, Paul Celan, Georges Perec, Nelly
Sachs, etc.
En
teatro, es ilustrativo el llamado Teatro
del absurdo, cuyas representaciones se caracterizaron por satirizar los
hábitos sociales contemporáneos, denunciando así, y cuestionando las prácticas
éticas del momento; exponente incuestionable es Samuel Béckett, autor de Esperando
a Godot. Con el mismo fervor surge el existencialismo, liderado por Jean Paul Sartre y secundado por
Albert Camus y Simone de Beauvoire; estos propugnaron la libertad y la igualdad
en sus diversas manifestaciones.
Otros
poetas de esta parte del mundo son: el norteamericano T. S. Eliot, los
británicos W. H. Auden y George Orwell, los españoles Camilo José Cela y
Antonio Buero Vallejo, el ruso Aleksandr Solzhenitsyn y los italianos Eugenio
Montale, Salvatore Quasimodo y Giuseppe Ungaretti, entre otros.
2.2.
El vanguardismo latinoamericano y peruano
Al otro
lado del Atlántico,
desde Latinoamérica, los
movimientos de vanguardia también se dejan entrever; el creacionismo del chileno Vicente
Huidobro es quizá el que más controversia causa; su exaltación por un arte que
sea capaz de crear imágenes (considera al poeta comparable a Dios, pues el
poeta a través de la palabra es capaz de crear situaciones, realidades, mundos
distintos, etc.) lo lleva a rivalizar con grandes poetas franceses como Pierre
Reverdy, con quien disputaría la autoría del movimiento.
El
surrealismo es otra tendencia
cultivada en tierras latinoamericanas. En Chile, La Mandrágora, grupo de
poetas seguidores de éste movimiento polarizan el ambiente cultural bajo la
estética de Bretón y del psicoanalista austriaco Sigmund Freud; en Perú, por su
lado, voces importantes se erigen: Xavier Abril, César Moro y Emilio Adolfo
Westphalen; en Venezuela, el grupo Viernes,
representado por Vicente Gerbasi.
En
México el grupo estridentista y Contemporáneos renuevan las letras
mexicanas; el Estridentismo con su
carácter eclecticista selecciona e inserta aportes propios del futurismo, el
dadaísmo y hasta de la cultura popular; en tanto, el Grupo Contemporáneos, intenta modernizar la literatura a través de
la rebeldía e iconoclastía. Representantes son el estridentista Manuel Maples Arce y los Contemporáneos, Xavier Villaurrutia, José Gorostiza y Carlos
Pellicer.
En Argentina el Grupo Florida y el Martinfierrismo en contraposición al Grupo Boedo, propugna fomentar una nueva sensibilidad artística
para adaptar el mundo moderno a lo genuinamente oriundo y americano.
Martinfierristas son: Jorge Luís Borges, Oliverio Girondo, Ricardo Güiraldes y
otros; Roberto Arlt, por su lado, representa el ideal de Boedo (Rechazo acervo
de las formas occidentales en el arte).
Perú es también partidario de las
nuevas tendencias, además de los surrealistas mencionados ya, surge la Revista Amauta liderado por José Carlos
Mariátegui, en donde las voces más importantes y revolucionarias del Perú se
reúnen. El arequipeño Alberto Hidalgo, desde Argentina propugna también la
modernización de la literatura a través del cultivo del Simplismo, se trata de ver las cosas de manera regular y cotidiana.
Un libro de trascendencia universal y que significó junto a Ulises
del irlandés James Joyce la renovación total de la literatura universal, es Trilce,
de César Vallejo; no obstante, tres son los focos vanguardistas en el Perú, el
grupo Norte, la Bohemia de Huancayo y Orkopata
en Puno, cuyo principal cultor fuera Gamaliel Churata. Otras voces importantes
son Carlos Oquendo de Amat, Martín Adán, José María Eguren, Juan Parra del
Riego, etc.
En
Colombia León de Greiff funda en 1925 el grupo Los nuevos y Eduardo Carranza Piedra
y Cielo: negaron el pasado y encumbraron en su reemplazo el amor por lo
antiestético, lo feo, lo oscuro, lo misterioso, etc.
El
caribe, también vivió el vanguardismo con la euforia propia de los países
europeos, la tendencia más importante de esta región de América quizá lo sea la
llamada poesía afroamericana, cuyas
raíces se encuentran en la cultura caribeña y ésta a su vez en la africana. La
poesía afroamericana, es pues una voz que clama libertad e igualdad para sus
tierras y para quienes habitan en ella. Sus mayores cultores son el cubano
Nicolás Guillén, el dominicano Manuel del Cabral y el puertorriqueño Luís Pales
Matos.
La
Generación del 18 venezolana buscó
romper con la tradición modernista e insertar las huellas simbolistas en el
ambiente cultural de entonces. Andrés Eloy Blanco y José Antonio Ramos Sucre,
son sus mayores propulsores. Posteriormente Válvula, representado por Miguel Otero Silva y Arturo Uslar Pietri,
iniciaría sus correrías, siempre con una actitud rebelde y de oposición al
gobierno de turno.
En
Nicaragua la revista Vanguardia,
pone al día la cultura y el arte nicaragüense; bajo la influencia de la poesía
norteamericana rechazan la lírica del “paisano
inevitable” Rubén Darío. Estos poetas son Joaquín Pasos, Pablo Antonio
Cuadra, José Coronel Urtecho, etc.
En
1940, en Cuba José Lezama Lima funda la Revista
Orígenes, alrededor del cual se reúnen voces como las de Cintio Vitier,
Eliseo Diego y Fina García Marruz.
En
el mismo margen ideológico, la narración se hizo presente. La novela
regionalista impulsada por escritores como José Eustasio Rivera, Rómulo
Gallegos, Ricardo Güiraldes y otros, evolucionó hacia formas más complejas y
experimentales. El realismo mágico,
es el resultado de todo este proceso innovador: Desarrollado a partir de los
años 30, la prosa de quienes practican esta tendencia pretende construir mundos
ficticios basados en la realidad y la irrealidad que propone la imaginación y
la fantasía. Narradores mágicorealistas son el uruguayo Juan Carlos Onetti, el
guatemalteco Miguel Ángel Asturias, el paraguayo Augusto Roa Bastos, el cubano
Alejo Carpentier, el venezolano Arturo Uslar Pietri y el mexicano Juan Rulfo.
Posteriormente herederos del movimiento serían los escritores reunidos
alrededor del llamado boom latinoamericano.
El
indigenismo es, por otro lado, un
intento por recuperar y valorar el acervo cultural del hombre del campo.
Desarrollado principalmente en Perú, Bolivia y México, los escritores
indigenistas reflejan desgarradoras imágenes del mundo rural. La crueldad de la
que son víctimas (el hombre andino), se hacen latentes, por ejemplo, en la
prosa de los peruanos Ciro Alegría y José María Arguedas, los mexicanos Rosario
Castellanos, José Revueltas y Agustín Yañez y el ecuatoriano Jorge Icaza.
En
Ecuador también la Generación del 30
se caracteriza por producir una literatura de raigambre social y más aún el
llamado Grupo de Guayaquil, cuyos
exponentes optan por recuperar el lenguaje popular e insertarla dentro de sus
manifestaciones artísticas. Representantes son: Demetrio Aguilera Malta, José
de la Cuadra, entre otros.
La
poesía pura, es por otro lado, una
tendencia general en Latinoamérica; desligados de la realidad, prefieren el
hermetismo y la erudición. Sus cultores son: el cubano Mariano Brull, el
argentino Alberto Girri y el mexicano Alí Chumacero, entre otros más.
César
Vallejo, Pablo Neruda y Octavio Paz, representan la triada de la lírica
latinoamericana, sus voces que claman el sentir latinoamericano, son oídos
alrededor del globo: las huellas de Vallejo fundarían posteriormente la llamada
Nueva poesía y los dos restantes se
harían con el Premio Nobel de literatura de 1971 y 1989 respectivamente.
2.3.
Y… ¿Huancavelica?
En Huancavelica las primeras manifestaciones vanguardistas comienzan a
tomar forma con tintes propias de la cultura y descendencia huanca, ya que es
Tayacaja donde se dan las primeras manifestaciones escritas. La estrecha
relación geográfica entre Huancayo y Tayacaja determinarían estos tintes,
llegando inclusive a tergiversar las manifestaciones netamente huancavelicanas.
Los hermanos Bolaños (Federico, Serafín del mar y Julián Pétrovick) publican y
desarrollan su labor cultural en Huancayo, Lima y el extranjero, mientras que
Sergio Quijada Jara intenta reunir en su texto Estampas huancavelicanas
el conjunto de la tradición oral que caracteriza estas tierras. Quizá Edilberto
Flores del Pino, sea la única voz genuinamente identificada con la Tierra del
Mercurio.
En ese sentido, la rebeldía e iconoclastía propias
del vanguardismo se vería reflejado no desde el mismo corazón de Huancavelica,
ya que dos hechos fundamentales se erigirían fuera del territorio: la primera
protagonizada por jóvenes entusiastas residentes en Lima, quienes fundan la Asociación
Huancavelicana, con motivo de revalorar y fortalecer la cultura e
historia huancavelicana; y la segunda, el surgimiento de la Bohemia
de Huancayo, liderados por los tayacajinos y hermanos Bolaños Díaz.
La Asociación
Huancavelicana fue fundada el 14 de julio de 1913, motivado por su primer
presidente Juan Ricardo Zuñiga, su órgano de difusión aparece el 27 de julio
bajo el histórico título de Rebeldías; el artículo Motivos
de Celso S. Abad, refleja quizá las aspiraciones del grupo de jóvenes reunidos
bajo el enclave de la asociación: “Rebeldes
somos. Lo proclamamos orgullosos y altivamente porque odiamos el marasmo de los
días sin ideal; porque no sabemos de las renunciaciones cobardes al Esfuerzo y
a la Lucha”. Aunque con tintes más periodísticos que literarios, Rebeldías,
con los años, se convertiría en el símbolo cultural de las primeras décadas del
siglo XX en Huancavelica.
A diferencia de Rebeldías, la Bohemia
de Huancayo determinaría hondamente el desarrollo cultural no sólo de
Huancavelica, sino de toda la sierra central del Perú. Una vez perdida el
protagonismo político social de Jauja, Huancayo se erige, en la década del 20,
como una de las ciudades promisorias y de mayor envergadura e influencia en la
zona central de la sierra del Perú; así, atrae al corazón de su desarrollo las
voces más importantes de la intelectualidad del momento, tal es el caso de los
hermanos Bolaños, que aunque nacieran en la provincia huancavelicana de
Tayacaja, se convirtieron rápidamente en el ápice principal del desarrollo
cultural de Huancayo; dirigieron la revista Hélice y desde allí
vocearon el ultraísmo andino,
conocido hoy como la Bohemia de Huancayo;
el ideal del grupo fue siempre la experimentación y su medio de difusión la
poesía y en menor intensidad, la narrativa.
Años más tarde, los hermanos se trasladan a Lima y
allí, Julián Pétrovick, funda Flechas, la primera revista peruana
declarada abiertamente vanguardista y en la que se reúnen gran parte de la
intelectualidad limeña.
Por otro lado, está también el desarrollo cultural
erigido desde las mismas tierras huancavelicanas; allí, en 1916 se editan
revistas tales como El obrero, La voz, El Despertar y El
Giróndino; de 1938 es Juventud y de 1947 El
sembrador, revista liderada por la Asociación
Provincial de Maestros Primarios.
Las aspiraciones de un pueblo a la igualdad, la
justicia y una calidad de vida digna, son las aspiraciones también de estos
intelectuales y a ello destinan sus escritos. El olvido del que era víctima
Huancavelica motiva las principales obras de sus cultores; así, en ellos oscila
el mundo campesino, con sus gamonales y sirvientes, con su miseria y olvido y
que es también la percepción común de la gente de la sierra andina peruana;
quizá por ello sea tal vez comprensible las inclinaciones de tinte comunista
y/o aprista de gran parte de sus cultores, ya que abrazan la ideología de estos
partidos como respuesta a su proclama por la libertad, la igualdad y la
justicia.
En ese mismo sentido, hay también cierto interés
por la revaloración de la cultura e historia huancavelicana; en ese esfuerzo
Sergio Quijada Jara es tal vez la voz más importante, su monumental Estampas
Huancavelicanas, reúne casi todo el acervo cultural de nuestra tierra,
desde su idiosincrasia y su vida en el campo, desde su mundo ficticio e irreal
al mundo real y verídico. Es importante resaltar, en esta parte, el desinterés
por parte de las autoridades huancavelicanas cuando se trata de cultura y educación,
ya que la falta de un ambiente intelectual y culto en la ciudad ha hecho que
desde siempre los intelectuales huancavelicanos emigren hacia otras tierras,
tierras en las que encuentran la valoración necesaria a sus obras, tal es el
caso de los hermanos Bolaños y Quijada Jara; de este último podemos hallar
incluso, en el mismo corazón del departamento juninense, Huancayo, una estatua
levantada en su honor como reconocimiento a su labor folklórica y su ímpetu por
la difusión de la cultura huancaína.
III. AUTORES Y
OBRAS
3.1.
Serafín Del Mar
Reynaldo
Bolaños Díaz, como así era su verdadero nombre, nació en la hacienda Colca, en
Tayacaja, Huancavelica, el 6 de abril de 1901; no obstante, su carrera la
desarrolló en Huancayo y posteriormente en Lima y el extranjero. Cuando apenas
tenía cuatro años, su padre muere; motivado entonces por la pobreza y el
abandono, junto a sus hermanos Federico y Óscar, se dedica al contrabando de
alcoholes en Chanchamayo y Pariahuanca, en el actual departamento de Junín.
En 1921 enrumba a Huancayo, ciudad que comenzaba,
gracias al comercio y a la minería, a superar en importancia a la tradicional
Jauja, que se imbuía en un ambiente más político y social. Allí, su hermano
Óscar funda la revista Hélice y Reynaldo colabora
asiduamente con poemas y artículos de tinte social. Entre ambos dan origen al
primer movimiento cultural de la región centro del Perú, la Bohemia de Huancayo, más adelante,
Serafín del mar, se alzaría como una de las voces precursoras más importantes
de la literatura social del Perú.
En 1924 viaja a Francia, en donde se une
sentimentalmente a la también joven poeta Magda Portal, que antes fuera esposa
de su hermano Federico. Rápidamente su nombre recorre los círculos literarios
más importantes del país y es conocido dentro y fuera del Perú. En 1926 publica
Los
espejos envenenados y ya en Bolivia junto a su compañera, El
derecho de matar. De vuelta en Lima, no tarda en producirse el llamado Complot comunista, que los obliga a
dejar nuevamente el país; recorre entonces, Panamá, Cuba, México, Bolivia y
Chile. En México se aúna con gran fervor a la causa aprista de Víctor Raúl Haya
de la Torre y para 1930 está una vez más en su patria, liderando el Partido; no
obstante, este no tarda en ser ilegitimado y con ellos sus partidarios
condenados y perseguidos. El 6 de marzo de 1932 un atentado contra la vida del
presidente Luis Sánchez Cerro promueve la Pena de Muerte en el país y Del mar
es uno de los acusados, pero, finalmente no pasa de ser condenado a 20 años de
prisión. Las voces más importantes de América, se unen entonces en favor del
pedido al gobierno peruano para la inmediata liberación del poeta, la cual se
dio recién en 1942.
La
libertad del que fuese merecedor, fue tan sólo condicional, por lo que tuvo que
salir del país con dirección a Chile; allí, publica su última obra Tiempos
de odio, en 1946. Se ignora las razones, pero es por estos años que
abandona definitivamente la política y la literatura, dedicándose más a su
familia y al comercio. Murió, expatriado, en 1980. Entre otras obras del autor
tenemos: Radiogramas del Pacífico (1927), El hombre de estos años
(1928), El año trágico (1934), Cantos de la Revolución (1934), Diario
íntimo de un condenado (1940), Sol: están destruyendo a tus hijos
(1941), La tierra es el hombre (1942) y Los campesinos y otros condenados
(1943).
HERMANA
La luna se paseaba en tus ojos
frente a la media noche
de donde saltó la mañana
eras un pedazo
de cielo caído en el campo
en tus brazos azules agitaba
un pájaro su canto desnudo
que fresca vino la vaquera
a ordeñar una estrella que
se dormía hasta la madrugada
el sol lamiendo la hierba recién despierta
en la acequia se estiró como un silbido
cuando fuimos corriendo por la
mañana con los dedos mojados de escarcha
un niño pastaba el canto de los jilgueros.
POEMA BOLCHEVIQUE
En
la ciudad
suenan
los pitos de las fábricas
i
los obreros manchados de acero
proyectan
sus sombras miserables
a
la rústica cabaña de HAMBRE
los
tranvías
por
las calles escoltando los edificios
se
llevan nuestra esperanza
i
los automóviles persiguen nuestras
vidas
trizadas de obreros incendiados
en
el fuego de los motores eléctricos
los
hilos
del
pensamiento transmiten las ideas
del
dinero a los bancos donde
nos
vendieron los MAYORES
en
las calles
vestidas
de polvo se deshace el sol
i
gritan los diarios en el bolsillo
de
los transeúntes como apaches recién
desembarcados
de grandes trasatlánticos
ciudad
de acero
ciudad
de fuerza donde golpeamos los años
con
el fierro pavonado del futuro en las
calles
abiertas de miseria para nuestros
ojos
enfermos de tragedia
ciudad
de los music's halls
donde
la lujuria resbala por la bocas
cementerio
de vida -por donde lame
la
sombra de nuestra tumba
el
lujo de los monarcas- la extravagancia
de
los tiranos -la fiebre del militarismo
que
nos pagan sangrando el corazón
con la misma espada que
hicimos
UN CUENTO EN
HUELGA
SHILKA
se fue con otro hombre.
¡Shilka
mía!
El
indio rasgaba en su guitarra el dolor de sus ojos encendidos. –Lloraba junto con
sus cuerdas, tan fuerte, que la noche se desplomaba a pedazos.
Oh,
cielo salpicado de rocío amarillo como un campo de amapolas. –El viento atizaba
los ojos ardidos de Juan, llorando el miedo de ser solo, de sentir que el mundo
sacude sus nervios revolucionarios con un cansancio de siglos, de sentir correr
su sangre por el cuarto como el ruido que hace el silencio.
¡Shilka
mía! ¡Shilkachai! La guitarra gemía tan desesperadamente que la sombra un
instante atropelló las paredes.
Hombre
abandonado, -¡qué triste es ser sólo!-. La gran soledad creadora desenvolvía su
recuerdo para ver a Shilka como la primera vez en la fiesta de Santiago,
bailando en la plaza mayor con las cornetas de carrizo en cuya garganta el
viento duele y aúlla como los perros de media noche. Era tan linda, que sus
pechos, como las piñas, picoteaban el deseo de los chutillos que se
emborrachaban para gritar como faunillos de acero alrededor de las vírgenes
indias que reían como los venados espantados, desbordándose junto con las
cornetas que herían el tiempo para amarrarse entre pajonales y peñascos, hasta
ensangrentar las banderas del pudor y regresar al día siguiente a casa de sus
padres con el novio cazado en la noche.
Shilka
fue una de esas indias que tenía los labios como el sol del crepúsculo, con el
cuerpo moreno de cactus floreado en los dientes. La Shilka, pura e ingenua como
una mazorca de maíz blanco. Cuando el Gobernador hizo la cacería de su Juan
para enrolarlo en el ejército, rodando con su pena llegó a la casa de éste, y
se humilló hasta que violaron sus mejillas unas acequias de agua transparente.
Juan
marchó a la capital.
Al
día siguiente, el Gobernador visitaba la estancia de Shilka, llevando consigo
dos botellas de aguardiente. Esa noche la hizo brincar de terror y bebió amenazada
por la cárcel.
Más
tarde la Shilka parió un hijo del Gobernador. Cerca de su choza hizo su nido un
pájaro agorero que lloraba todas las noches.
Pasó
el tiempo y Juan no regresaba. La Shilka se iba a los cerros a enredar su canto
con los arbustos que cogía para la merienda.
Una
tarde, cuando la noche bajaba por las montañas, llegó Juan. ¡Cómo se abrazaron!
Zapateaban de alegría sobre sus corazones quemados de hielo puneño. Pero la
Shilka, esa misma noche tiró todo su cariño y Juan al río que corría como un
potro blanco en el fondo. Se sentía indígena.
Al
rayar la aurora, la garganta de los pájaros es el reloj de los campesinos y
Shilka se marchó sin decir una palabra.
La
guitarra, la compañera que nunca abandona, se moría bañada por la granizada que
caía de los ojos de Juan.
3.2.
JULIÁN PETRÓVICK
Nació
en 1903 en Tayacaja, Huancavelica, hermano de Serafín del mar, su nombre
verdadero fue Óscar Bolaños Díaz. Aún niño, su padre fallece y queda junto a su
madre y sus hermanos al amparo de la soledad y el olvido; no obstante, muy
pronto dedica sus horas de ocio al contrabando de alcoholes en Chanchamayo y
Pariahuanca (Junín). Durante la década del 20 funda la revista Hélice
portavoz de la Bohemia de Huancayo,
que tanto significaría para éstas tierras, pues a través de dicho grupo se
abriría el camino del arte vanguardista para la sierra central del Perú. En los
30 está ya en Lima y rápidamente se convierte en uno de los gestores de la
fundación del APRA. Su importancia e influencia es tal que Haya de la Torre lo
nombra su secretario personal. Poeta y revolucionario, muere en Lima en 1978.
Es
autor de El cinema de Satán (1926), Naipe adverso (1930), La
isla y los trabajos (1944) y La paloma asustada (1966).
TRADUCCION DEL SOL
El
sol se columpia en los mástiles de los
barcos
como las aves de las aventuras
que
huyen de un continente a otro.
Sol
malabarista que hace equilibrio en la punta de los senos de las niñas
puras
como la soledad.
Sol
tendido en las playas como alfombra para los saltos mortales de la
alegría
de los niños. Como la risa de los niños no se hace doler nada
cuando
cae en las plazas. Sol que reverdece los yuyos de las sementeras.
Los
caballos del viento trillan la era de
espigas del sol.
En
los tejados el sol suelta su canto como los caminos o los jilgueros
saltando
de tejado en tejado sin dejar ninguna huella.
Las
amapolas abren sus pétalos para besar las mejillas de sol niño de las
mañanas
que juega en los gimnasios de nuestros dedos y nuestras pestañas
El
sol se escurre como una liebre por entre el bosque.
En
la hora meridiana saltan los músculos del sol como bíceps de atleta.
En
el polo el sol se mira como en un espejo.
En
el trópico el sol cabalga en el lomo de los guacamayos y se alimenta de
los
dátiles de las palmeras.
El
sol pasa sus manos por las cabelleras rubias.
Sol
de sierra pasa juguetón. Sol adolescente de mejilla suave como los
niños.
Sol de color de los canarios.
Los
balcones se adornan con banderas de sol.
Los
paisajes se bañan en una ducha de sol naranja.
La
alegría es el lenguaje del sol.
En
las pampas el sol es un potro indomable que no podemos lacearlo con
nuestras
miradas.
En
los campos revienta como amapolas silvestres.
El
sol juega con las casas como si fueran de cartón.
Todo
se inicia con el sol, la palabra, la sombra, los arboles
Juega
con el amor como si fuera un globo.
El
sol echa los mares encima en todos los continentes.
Los
ríos y los lagos se visten de plata cuando el sol empieza a trotar en
los
montes.
Los
limoneros y los naranjos se han colgado canciones de sol para que
aprendan
a cantar las aves.
El
sol se viene abajo barnizando el paisaje gigante.
El
mar laurel juega con el sol en sus olas y sus peces.
Los
peces crecen a la vista del sol.
Hay un lenguaje que
aprendieron los niños y las aves.
EL HOMBRE SIN
NOMBRE
Lo
encontraron con los brazos abiertos como cuando un reloj parte el día i coloca
a sus costados dos tiempos iguales.
La
espalda al suelo, toda bien asentada como si hubiera habido la intención de
plancharla. Una mancha de sangre en los labios dejaba rota la monotonía de la
cera de su rostro, a pesar de lo cual se hubiera creído que estaba dormido con
un sueño de sobresalto, como quien espera a alguien que vendrá a despertarlo.
Contaría
apenas veinte años. Era de facciones finas cuyas líneas bien definidas le daban
un aspecto de belleza fuerte i singular de hombre cuajado, no obstante su poca
edad, por lo que se le habría podido confundir con una aristócrata si su traje
no hubiera revelado lo contrario.
Todos
los obreros de la ciudad habían paralizado sus trabajos, desesperados por el
hambre, para protestar contra el capitalismo que era el que así los tenía.
Se
echaron a las calles ocupándolas de extremo a extremo llenando toda la ciudad
de gritos que se perdían en el vacío, mientras los señores burgueses
solicitaban la fuerza del gobierno para someterlos al trabajo por la violencia
i el gobierno, burgués también, ordenó que un pelotón de soldados saliera a
guardar el orden, armados de fusiles que en sus cañones llevaban metida la
muerte.
Como
si a los obreros les acometiera un deseo impetuoso de derramar la sangre de sus
focos rojos de Acción o porque la tragedia es fuerte i atrae al hombre, se
encaminaron en dirección opuesta a los verdugos asalariados, realizándose a las
seis de la tarde el encuentro inevitable e inminente i en el que tuvieron que
batirse en retirada los soldados dejando las calles regada de muertos en lo que
todavía no se había ahogado el grito de protesta.
Huían
los soldados con sus espadas teñidas con la sangre de sus hermanos los obreros.
El
que conducía el ataque era el mismo joven que más tarde lo encontraron con los
brazos abiertos en cruz. Sí. Había salido de entre la multitud para conducirla
i salvarla, sin que ella se diera cuenta. I todos los hombres habían aceptado
como lo más natural que ese joven se pusiera a la cabeza de ellos i agitara sus
manos lanzando tremendas blasfemias por los crímenes que se acababan de
cometer.
La
muchedumbre enfurecida iba destrozando todo lo que a su paso encontraba. Se
metieron en las fábricas para destrozarlas con el más legítimo derecho del que
defiende su vida o del que para vengar a sus hermanos, bestializa hasta
entregar sus carnes a las balas que las ametralladoras colocadas en las
bocacalles iban vomitando sobre ellos.
Eran
los militares los que disparaban, los caínes de siempre que por obedecer una
disciplina estúpida matan a sus hermanos cuando sus jefes así lo ordenan.
Mientras
el joven pudo mantenerse en pie seguían luchando los obreros como verdaderos
hombres, rompiendo las murallas que los soldados hacían con sus bayonetas; que
se metían en los vientres hundidos por el hambre; pero sin que se dieran cuenta
también, había desaparecido el joven que no dijera su nombre. Una bala le
partió el corazón, cayendo pesadamente en tierra i sin un solo movimiento.
Desde entonces la multitud comenzó a moverse como un cuerpo sin cabeza. Parecía
que pataleaba y se contorsionaba de dolor en un solo sitio, como plantada,
dejándose exterminar por la bala de los criminales.
Al
día siguiente solo se encontraba una que otra mancha de sangre que se había
escapado a los ojos de los que hacían desparecer los cadáveres para ocultar la
mano del crimen.
En
las casas de los obreros lloraban las mujeres i los hijos de los que tardaban
en volver.
Tenían
los chiquillos que salir a mendigar a las calles, con sus caras de miseria i de
dolor, porque la cara del niño es el espejo donde se reflejan con más claridad
las miserias humanas.
Por
el hombre sin nombre nadie lloró, habían muerto los que debían llorarlo i los
obreros que quedaron lloraron su miseria i sus heridas.
Los
obreros volvían a su trabajo con los brazos desprendidos, con aquellos que no
habían sabido cubría sus carnes i que hoi se moverían mecanizados para dar
mayor poderío al amo. Hoi que el dinero sirve para comprar a los hombres sin
mercado en donde se desnudan las verdades.
Las
maquinarias empezaron a funcionar como siempre. La ciudad era nuevamente
sobresaltada por los pitos de las fábricas.
Por
las calles paseaban militares que lucían más galones… mientras las moscas
levantaban los párpados de los muertos para formar sus nidos.
3.3.
SERGIO QUIJADA JARA
Nace
en el fundo Magdalena del distrito de Acostambo, provincia de Tayacaja y
departamento de Huancavelica, el 5 de octubre de 1913. Procedente de una
familia de campesinos, estudia su primaria en Huancayo y su secundaria los
culmina en el Colegio Guadalupe de Lima. Después de un pequeño escarceo por el
ambiente cultural de Huancayo viaja a Lima, en donde estudia Leyes en la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, de donde egresa en 1945. Es en esta casa de
estudios, que en 1940 logra cierta notoriedad al obtener un premio en los
Juegos Florales Sanmarquinos con su promisoria y monumental obra Estampas
huancavelicanas, la cual sería publicada recién en 1944. Estampas
Huancavelicanas permitiría a Sergio Quijada Jara ser considerado como
el mayor y mejor promotor de la cultura indígena de entonces; su importancia
fue tal que Paul Rivet prologaría la primera edición de Canciones de ganado y pastores (1957).
El trabajo de Quijada Jara es admirable, por su fuerza y entereza para
adentrarse al mundo indígena: sus costumbres, fiestas, tradiciones, cantos,
mitos y leyendas. Murió en Lima, el 26 de agosto de 1990.
Entre otras obras del autor tenemos: Suspiros
del silencio (1939), Reliquias de madre (1941), Deshojando
la rosa (1941), Importancia y técnica del folclore y la
contribución del indígena (1946), La tradicional fiesta de la Virgen de la
Natividad de Cocharcas (1947), La coca en las costumbres indígenas
(1950), El chihuaco en el folclore (1954), Lenguaje del trago
(1965), Las aves en la tradición popular (1970), Taita Shanti (1974) Cantuta,
flor nacional del Perú (1986).
Por otro lado, a lo largo de toda su vida, como
resultado de su trabajo y esfuerzo por el folclore ha ocupado diversos cargos
en el Perú y el extranjero: Miembro de la Asociación Tucumana del Folclore
(Argentina), Miembro Correspondiente de la Confraternidad Universal Balsasiana
de Montevideo (Uruguay), Miembro de la Asociación de Escritores y Artistas
Americanos de La Habana (Cuba), Socio Correspondiente de la Sociedad
Arqueológica de Bolivia, Miembro Titular de la Sociedad Peruana del Folclore,
Miembro Honorario del Grupo Americanista de Intelectuales y Artistas filial de
la UNESCO, entre otros.
PROMESA NO
CUMPLIDA
Había
una vez una pareja de enamorados que se dieron la palabra de honor para que
juntos y de común acuerdo vivieran sin jamás separarse. Como los padres de la
muchacha no deseaban que contrajera matrimonio, huyeron hacia una cueva. Un día
se les agotó la provisión de alimentos y también el dinero. Entonces el hombre
decidió ir a casa de sus padres a hurtar un poco de dinero. En efecto, llegó a media
noche y furtivamente se introdujo al dormitorio donde al lado de unos pellejos
estaban las talegas de plata. El padre sintió al ladrón y asestándole un
hachazo en la cabeza, lo mató. Al encender una vela se sorprendió que era su
propio hijo. Angustiado y lloroso, así como sus parientes, enterráronle al día
siguiente.
Mientras tanto, la muchacha en la cueva, la noche de
la desgracia en sueños se le representó un velorio, el entierro, el trajín de
los familiares vestidos de negro, y, en medio de todo esto veía a su enamorado
sonriente y lleno de vida.
Después de dos días de ausencia llegó el prometido a
la cueva, transformado, sin poder mirar de frente ni levantar la cabeza.
-
¿Por qué te has
tardado? ¿Quién ha muerto? ¿Qué me has traído? Él, con voz gangosa y casi
imperceptible, le dijo: te he traído un poco de olluco, cancha y charqui. Ella
se fastidió y renegando le respondió: no puedo soportar esta vida. Ahora mismo
me regreso a casa de mis padres. Entonces el hombre le recordó que ella le
había prometido, bajo palabra de honor, soportar toda situación y si fuera
posible morir juntos, por eso siguió diciéndole, camina por delante que te voy
a llevar a otro sitio más cómodo.
Después de una
larga caminata llegaron a una quebrada donde sobre una roca estaba la Virgen
del Rosario. Ella hizo la señal de la Cruz, y entonces la Virgen habló: el
hombre quien te está llevando es de la otra vida, es un condenado. El hombre
con su mortaja de bayeta, cordón y cucurucho, le respondió a la Virgen: ella me
ha dado su palabra y me ha prometido ir donde sea y no separarse jamás de mi
lado. En este instante se presentaron cuatro diablos y cargaron al novio.
La Virgen
amonestó a la muchacha y le aconsejó que al volver a la casa de sus padres, les
pidiera perdón para vivir obedeciéndoles y pasar el resto de su vida con
honradez y dignidad.
Es malo dar la
palabra y jurar para no cumplir.
UNA SOLTERA
Había una soltera que tenía deseos
de casarse, pero todo prometido era rotundamente negado por sus padres quienes
deseaban que su hija ingresara a un convento y fuese una santa.
Al salir un día
de misa. Tropezó en la puerta de la iglesia. Con un joven muy simpático que
luego supo que se llamaba: “Lucerito del alba”, por causa de este nombre tan
sugestivo, ella enamorada irresistiblemente le prometió casarse muy pronto.
Muy contenta la
muchacha comunicó a sus padres que había conseguido un novio muy simpático que
era como para su corazón. El padre reprendiéndola, le dijo: eres muy
desobediente, mejor es que hagas lo que te dé la gana y no cuentes más con mi
apoyo. La hija resentida por la dura represión lloró amargamente. Luego se
presentó un perrito que ella criaba, quien habló de esta manera: Tú has dado la
promesa de matrimonio a un hombre que no es de esta vida, es un hombre malvado
que ha sido arrojado hasta del infierno. Entonces ella se pesó de haber
desobedecido a sus padres.
-
¡Cómo debemos arreglar
este asunto! – interrogó al perrito.
-
De la siguiente manera:
Cuando llegue tu novio –dijo el perrito- a media noche te va a querer llevar,
entonces montaremos en un caballo iremos adelante conduciendo: jabón, peine y
aguja. Cuando lleguemos a su casa, no vas a querer ingresar y desviando el
camino huiremos a todo galope, para escaparnos de sus hermanos, los diablos.
Ellos nos seguirán con igual velocidad, entonces arrojaremos primero el jabón
para que el camino se convierta en zanjas de barro y lodo, luego el peine y la
aguja para que se conviertan en inmensos montes de espinas, y mientras sufran
para salvar esos obstáculos, nosotros llegaremos a un convento, ingresarás a
esa casa sagrada y llegarás a ser una santa. Y así fue.
BIBLIOGRAFÍA
BITÁCORA VIVE EL TURISMO DEL CENTRO (2014) Danzas de nuestra tierra. Negritos de Huánuco.
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MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DE ACOBAMBA (2014) Sisariy. Segunda número
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Las imágenes fueron tomadas de:
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https://www.poemas-del-alma.com/blog/biografias/serafin-delmar
https://articulo.mercadolibre.com.pe/MPE-429450917-estampas-huancavelicanas-sergio-quijada-jara-_JM
https://es.wikipedia.org/wiki/Trilce
https://es.wikipedia.org/wiki/Andr%C3%A9_Breton
https://es.wikipedia.org/wiki/Huancavelica
https://larepublica.pe/politica/770246-familia-de-victor-raul-haya-de-la-torre-apoya-candidatura-de-ppk
https://www.youtube.com/watch?v=gRyQHTtOKn8
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