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La generación del 50 y el 60 y su influencia en Huancavelica


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Cronologìa de Huancavelica
de Tulio Carrasco Urruchi
:



EL POSVANGUARDISMO Y SU INFLUENCIA EN HUANCAVELICA
 I.      MARCO HISTÓRICO CULTURAL
1.1.        Tensión latente entre Estados Unidos y la U.R.S.S.

Concluida la II guerra mundial, la URSS y los Estados Unidos se enmarcan en una carrera armamentista que amenaza con la paz mundial; el uno impulsado por ideales socialistas y liderados por Iósif Stalin (muerto en 1953) y el otro con tintes capitalistas y democráticos; es una etapa de constante tensión política y militar, conocida como La Guerra Fría, debido a que, muy a pesar de ese estado de incertidumbre, ambos países jamás llegarían a enfrentarse bélicamente.
En China, por otro lado, la Guerra civil concluye con el triunfo de Mao Zedong (Mao Tse Tung) y la instauración de la República Popular China, de tinte comunista; en tanto para Europa, esta década es decisiva, ya que el Plan Schuman, liderada por el político francés Robert Schuman, ponía la producción del carbón y acero de Francia y Alemania bajo el control de una organización supranacional, la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), la cual a su vez sería el germen que posteriormente daría inicio a la actual Unión Europea.
En 1950 la tensión entre la URSS y Estados Unidos se acrecienta con la Guerra de corea, la cual concluiría dividiendo al país en dos frentes, la una de tinte socialista y la otra, capitalista; en tanto, Alemania y Japón experimentan una recuperación sorprendente, pasando en pocos años a convertirse junto a la URSS y Estados Unidos en potencias capaces de influir y determinar en el desarrollo y vida de los demás países. La eclosión, en 1959, de la Guerra de Vietnam, sería también el acicate para reafirmar más la rivalidad entre el capitalismo norteamericano y el socialismo soviético.
Por otro lado, esta rivalidad no sólo se reduciría a las constantes amenazas y provocaciones de ambos ejes, sino también ampliaría sus horizontes al conocimiento, la economía y la política; un ejemplo claro de ello, es la carrera espacial que ambos países protagonizaran en 1958: Estados Unidos funda la National Aeronautics and Space Administration (NASA) y la URSS se adelanta a su rival conquistando el espacio sideral, lanza el Sputnik 2, satélite artificial que llevó al espacio a la perra Laika.
En 1955 se firma el Pacto de Varsovia, tratado de amistad, colaboración y asistencia mutua entre ocho países europeos de inclinación socialista y en oposición al rearme de la llamada Alemania Federal u occidental y su ingreso a la OTAN; en tanto, Inglaterra y Estados Unidos experimentarán una renovación cultural que trastocaría la vida no sólo de dichos países, sino también la del resto del mundo: el Rock and roll y el movimiento hippie encuentran en la clase política a los culpables de la inmoralidad y el deterioro del planeta.
Por otro lado, la década de 1960 iniciaría para el mundo con el derribo del avión espía estadounidense U2 sobre territorio soviético y en 1962 con la Crisis de los misiles (Cuba); situaciones que estuvieron al borde de llevar al mundo a una III Guerra Mundial; no obstante, la Crisis terminaría con el retiro de los misiles instalados por la URSS en territorio cubano y el desbloqueo del mismo por parte de las fuerzas del ejército norteamericano.
De 1961, es también la Construcción del Muro de Berlín, símbolo de la rivalidad entre los países potencias; tal Muro separaba la Alemania Occidental (democrática) y la Alemania Oriental (socialista). En 1963, el presidente John F. Kennedy es asesinado y en la india el nombre de Nelson Mandela resuena entre la ciudadanía, su encarcelamiento, de 1962, y su posterior lucha contra el apartheid (política de segregación racial practicada por la República sudafricana desde 1949), lo llevarían a convertirse en el ícono de la lucha contra la discriminación y la desigualdad social.
En Checoslovaquia se da la llamada Primavera de Praga (1967-1968), movimiento social y político que intentó cambiar el rumbo socialista del país; no obstante, las revueltas fueron controladas y la estabilidad socialista vuelta a su cauce. En Francia, en mayo de 1968, una huelga de estudiantes en contra del gobierno de De Gaulle y su política neoliberal llevaron al país a un desorden pocas veces visto; la huelga, en pocas semanas se hizo general y De Gaulle dimitió al año siguiente.
En China, en tanto, en 1965, Mao Zedong (Mao Tse-tung) inicia la Revolución cultural proletaria que llevaría al país a un proceso constante de reformas, las cuales atacaban a los llamados “cuatro viejos”: las viejas costumbres, los viejos hábitos, la vieja cultura y los viejos modos de pensar.
En Estados Unidos también se erige la denominada Revolución Pacífica, como protesta contra la Guerra de Vietnam pues no se entendía sus razones; consecuencia de tal revolución fue, el asesinato en 1968 del líder y religioso estadounidense Martin Luther King, quien promoviera la defensa de los derechos fundamentales y la resistencia no violenta.
Por otro lado, la carrera espacial continúa siendo un punto álgido entre las dos potencias rivales. En 1961 la URSS logra poner en órbita al primer ser humano, Yuri Gagarin, y dos años después envía a la primera mujer al espacio, Valentina Tereshkova; pero es Estados Unidos quien se pone a la vanguardia del dominio espacial, cuando en 1969 lanza a la luna al primer ser humano: Neil Armstrong (Proyecto Apolo XI).
Ya culminada la década, Estados Unidos, Japón y Alemania se erigen como las principales potencias del mundo e invierten gigantescas sumas de dinero, no solo en cuestiones sociales, sino también en el campo del conocimiento y la tecnología; en Estados Unidos así, los militares crean el ARPANET, red informática que devendría, años después, en el Internet.

1.2.        Inestabilidad política latinoamericana

En Cuba, a inicios de la década, Fidel Castro y su hermano Raúl se levantan contra el gobierno de Fulgencio Batista, quien en 1958, terminaría renunciando al gobierno y huyendo del país; así, en 1959, la Revolución cubana triunfa y es nombrado Fidel Castro Primer ministro; en dicha revolución tomo gran parte la ideología y apoyo de Ernesto “Che” Guevara.
En Argentina Juan Domingo Perón funda el peronismo, movimiento político de tinte populista que llevaría a su líder al poder en 1946, pero en 1955 sería depuesto por un golpe de Estado; en tanto, en Paraguay, en 1954 el militar, político y líder del Partido Colorado, Alfredo Stroessner, derroca al presidente Federico Chávez Careaga y toma el poder; las posturas dictatoriales se acrecientan también en Venezuela, la dictadura de Marcos Pérez Jiménez culmina en 1958, también por otro Golpe de Estado.
 En 1961 Rafael Leonidas Trujillo, jefe de Estado de República Dominicana, es asesinado, terminando así con la Era Trujillo, que había controlado el país desde 1930. Más dictaduras se enraízan en otros países: en 1964, en Brasil, Humberto Castelo Branco derroca a Joao Goulart; en 1966 la autodenominada Revolución argentina depone a Arturo Humberto Illia y se hace con el poder hasta 1974; en 1968, en Perú el general Juan Velasco Alvarado dirige el golpe de Estado que derrocaría al presidente Fernando Belaunde Terry e instaura una serie de reformas, su denominado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, fue considerado como una amenaza para Estados Unidos y en 1975 sería derrocado, para después ser asesinado en 1977.
No es posible entender este periodo sin entender los movimientos revolucionarios surgidos en todo el continente, alentados por el ejemplo de la Revolución cubana. En 1967, Ernesto “Che” Guevara, líder revolucionario y protagonista del triunfo de la Revolución cubana es asesinado en Bolivia.
En México, las manifestaciones estudiantiles por la no intervención de las universidades por parte de las fuerzas armadas y la solicitud de apoyo por una educación superior popular se agravan con la llamada Sucesos de Tlatelolco, en la que las fuerzas del orden reprimen a los manifestantes en una matanza que indignaría al mundo entero.
Finalmente, en Chile, en 1970, un gobierno socialista llega al poder por vía democrática, Salvador Allende es elegido presidente.

1.3.        El auge de la minería en Huancavelica

En la década del 50, culminada la II Guerra mundial, los campesinos rompen parcialmente la dependencia, característica entonces, de los hacendados, ya que la construcción de la carretera Huancavelica-Huancayo facilita la comercialización directa de sus productos; pocos años después, casi ya culminada la década, puede verse en Huando las primeras ferias del departamento.
Por otro lado, esta también el crecimiento demográfico como factor determinante del desarrollo social. La migración masiva de los campesinos y la crisis del agro afectarían notablemente la vida social y política de la región; asimismo, la minería cobra notoriedad, corporaciones mineras como la de Cerro de Pasco, Castrovirreyna y Buenaventura se interesan por zonas como Julcani, Castrovirreyna, San Genaro, Huachocolpa, Uchucchuacua y otros. En 1944, esta actividad sería fortalecida con la creación del Banco Minero, el cual tuvo por objetivo dotar de empréstitos y ayuda técnica a los mineros.
De estos años es también el reconocimiento de la ciudad de Castrovirreyna como capital de la provincia del mismo nombre, ya que, hasta 1942 lo era la ciudad de Huaytará. De 1943 es la creación de la provincia de Acobamba y de 1944 es la anexión de la ciudad de Pampas a la jurisdicción de Huancavelica, ya que, anteriormente se encontraba anexada a la de Ayacucho.
Ya en los 60 la provincia de Tayacaja cobra notoriedad a nivel nacional. En Campo Armiño, distrito de Colcabamba, se construye la hidroeléctrica más grande del país: Santiago Antúnez de Mayolo que, junto a Restitución, constituyen el Gran Complejo del Mantaro. No obstante, los trabajos en la hidroeléctrica se iniciarían recién en 1962.
Pocos años después, el 22 de abril de 1964, por Decreto Supremo N.° 14, el gobierno peruano declara Día Cívico el 28 de abril con motivo de celebrarse el 125 aniversario del restablecimiento político de la región, condición que, en 1825, el libertador Simón Bolívar le había arrebatado, anexándole a la región de Huamanga y de la que sólo, el 28 de abril de 1839, por motivación del presidente Agustín Gamarra, fue restituida.

II.    LA GENERACIÓN DEL 50 Y 60 Y SU INFLUENCIA EN HUANCAVELICA

2.1.        El compromiso social y el escándalo en la literatura europea y norteamericana

La generación del 50 y 60 son manifestaciones literarias contemporáneas desarrolladas en Latinoamérica y el mundo posterior a la II guerra mundial (Década del 50 y 60 del siglo XX) y que comúnmente optaron posturas de compromiso social, de denuncia y de experimentación.
La generación del 50 en España, por ejemplo, influenciados por la figura de Antonio Machado, a su inclinación por la situación social del individuo, agregaron además, el cultivo de un nuevo lirismo basado en la experimentación y el cuidado celoso del lenguaje; figuras referentes pertenecientes a esta generación son: Los poetas Ángel González, José Agustín Goytisolo, José Hierro, Claudio Rodríguez y José Ángel Valente; los novelistas Juan Marsé, Carmen Martín Gaité y Ana María Matute; entre otros más.
En Estados Unidos, un grupo de escritores reunidos bajo el nada ordinario nombre de Generación beat, renuevan la literatura; se trata de Allen Ginsberg, Jack Kerouac, William Burroughs, Gregory Corso, Lawrence Ferlinghetti, entre otros: Amparados en posturas y formas líricas prosaicas escandalizan el contexto conservador del momento, presentando personajes desarraigados y desadaptados que buscan y construyen su propia identidad; así, el enclave hippie es también el suyo y la plasman en cada uno de sus producciones, siendo la homosexualidad, las drogas, el ambiente underground parte de su temática.

En Inglaterra los Angry young men tienen como su mayor exponente a Kingsley Amis, quien propone una narrativa que refleje la inconformidad de las clases bajas y la hipocresía de las clases altas.

En Italia el neorrealismo busca retratar las condiciones sociales y humanas de manera objetiva y veraz; para ello se apoyan en las técnicas y estrategias de la cinematografía. Cesare Pavese es su mayor representante.

La Ciencia ficción experimenta un nuevo ascenso, esta vez con autores como Ray Bradbury e Isaac Asimov y en los 60, con Anthony Burgess y Arthur C. Clarke. En Francia, por su lado, el Nouveau roman pretende romper con los modelos decimonónicos de la novela tradicional, optando, por el contrario, por la experimentación del lenguaje, el flujo de la conciencia y la centralidad en las acciones del personaje, más que en su descripción. Allan Robbe-Grillet, Nathalie Sarraute y Michel Butor son sus mayores cultores.

Otros escritores son los italianos Giuseppe Tomasi di Lampedusa e Ítalo Calvino, los españoles Ana María Matute, Carmen Martín Gaité, Miguel Delibes y Rafael Sánchez Ferlosio, la francesa Marguerite Yourcenar y los rusos Vladimir Nabokov y Boris Pasternak.

Ya en los 60 el movimiento contracultural surgido en Estados Unidos delinea las manifestaciones artísticas futuras; así, se enarbola el ideal feminista, la multiculturalidad y la ciencia ficción. Novelistas son los norteamericanos Harper Lee y Sylvia Plath, el japonés Kenzaburo Oe, los estadounidenses John Updike, Truman Capote y Norman Mailer, el español Luis Martín Santos, el francés Milán Kundera y el albanés Ismail Kadaré.

En España José María Castellet publica Nueve novísmos poetas españoles que reunió a las voces poéticas más interesantes de entonces y que renovaron la poesía española de la segunda mitad del siglo XX. Influenciados por poetas como Aleixandre, Cernuda, Paz, Lezama Lima, Eliot, Pound, Cavafis, etc., estos poetas optaron por una poesía, culta, pero también contestataria; por ello su preocupación por el lenguaje, sus preferencias simbolistas, modernistas y vanguardistas y también del cine, los medios de comunicación y el camp. Principales poetas son: Manuel Vásquez Montalbán, Pere Gimferrer, Vicente Molina Moix, Ana María Moix, Leopoldo María Panero, etc.

2.2.        Perú y Latinoamérica

En el Perú en 1945 surgió un grupo de poetas bastante interesantes, la conocida por la crítica como Generación del 45; a ella pertenecen Javier Sologuren, Blanca Varela y Jorge Eduardo Eielson; estos son dueños de una lírica bastante personal y hermética, unos herederos del surrealismo y otros clamando su voz propia a través de la experimentación y la iconoclastía.
Posteriormente, la década del 50 sería testigo de la eclosión de cierto espíritu social y de compromiso, originándose así la llamada Generación del 50; esta estuvo representada por narradores como Julio Ramón Ribeyro, Carlos Eduardo Zavaleta, Eleodoro Vargas Vicuña y poetas como Alejandro Romualdo, Manuel Scorza, Wahington Delgado, Juan Gonzalo Rose, entre otros; el teatro peruano, por su lado, cobró notoriedad, con las muestras del también poeta Sebastián Salazar Bondy. Un poeta sui generis es Carlos Germán Belli.
La situación social que el Perú comenzara a experimentar, una vez finalizada la II Guerra mundial, determinó la literatura de aquellos años: la migración andina hacia lima consecuentemente llevó a la superpoblación de esta ciudad capitalina y a la aparición de estratos sociales marginales, cuyos personajes sirvieron de inspiración a estos escritores.
En contraste, la década del 60, sería una de las más prolíficas para el Perú y Latinoamérica; quizá la situación social, política y económica fuera determinante para ello; por un lado, está la eclosión de la narrativa con el Boom latinoamericano, quienes sorprenden al mundo con sus novelas cargadas de misterio, innovación, experimentación con el lenguaje y, sobretodo, por la descripción mágica de la realidad; y por otro, tenemos la influencia anglosajona que reciben poetas como los de la generación del 60 en el Perú o la antipoesía de Nicanor Parra o el coloquialismo del uruguayo Mario Benedetti. Es una década prolífica y de reivindicación cultural, cuyas raíces pueden observarse aún una década atrás.
El boom latinoamericano nace como una estrategia editorial y es rápidamente difundida por el mundo. Representantes del movimiento son: el peruano Mario Vargas Llosa (Conversación en la catedral), el colombiano Gabriel García Márquez (Cien años de soledad), el cubano Guillermo Cabrera Infante (Tres tristes tigres), el mexicano Carlos Fuentes (La muerte de Artemio Cruz), el argentino Julio Cortázar (Rayuela) y el chileno José Donoso (El obsceno pájaro de la noche), quienes publican novelas de tinte mágico realista.
En la poesía, además del coloquialismo y la antipoesía se erigen grupos y movimientos iconoclastas: En Colombia, Gonzalo Arango funda el nadaísmo, en Brasil Haroldo Campos lanza al mundo el concretismo, en Nicaragua el exteriorismo de Ernesto Cardenal preconiza la objetividad, la simplicidad y lo concreto; pero, también continúa la poesía social: en Chile Raúl Zurita le canta a la vida, al mar, a los valles, mientras que en El Salvador Roque Dalton es asesinado por sus propios compañeros, acusado de haber traicionado la causa revolucionaria que perseguían, en México la voz femenina de Rosario Castellanos encauza el ideal indígena y en Argentina, Juan Gelman es perseguido por el Movimiento Montonero argentino. De esta generación, en el Perú, es Antonio Cisneros; en México, José Emilio Pacheco; en Cuba, Miguel Barnet, Roberto Fernández Retamar y Pablo Armando Fernández; en Venezuela, Rafael Cadenas; en Ecuador, Jorge Enrique Adoum y en Bolivia Pedro Shimose. Gonzalo Rojas es un digno representante de la pervivencia del surrealismo.
En la narrativa mexicana surge la Generación de la Casa del Lago, quienes proponen romper con la literatura romántica, telúrica e indigenista y adoptar formas más globales. Representantes son Juan García Ponce, Salvador Elizondo, Inés Arredondo, Tomás Segovia, etc.
La Generación comprometida surgida en el Salvador, experimenta nuevas formas de expresión, tal es el caso de la inserción que hicieran en géneros tales como el teatro del absurdo, el indigenismo, la poesía social y la ciencia ficción. Representantes son los guatemaltecos Otto René Castillo y Miguel Ángel Asturias, el colombiano Manuel Mejía Vallejo y en su segunda etapa el salvadoreño Roque Dalton.
Sardio es un grupo literario venezolano surgido como protesta al dictador Marcos Pérez Jiménez, durante la década del 50; no obstante, sus diferencias políticas y artísticas terminaría por seccionar el grupo; por un lado, surgiría El techo de la ballena, partidarios de la política cubana y muy bien representados por Salvador Garmendia y Francisco Pérez Pérdomo, y Tabla Redonda, de inclinación derechista y representado por Rafael Cadenas.
Otras voces de vital importancia son el argentino Ernesto Sábato, el mexicano Juan José Arreola, el guatemalteco Augusto Monterroso, el chileno Gonzalo Rojas y las argentinas Olga Orozco y Alejandra Pizarnik, entre otros más.

2.3.        Huancavelica

En los años 50 el ambiente cultural y artístico de Huancavelica no ha cambiado en comparación a años anteriores, aún sigue en el ostracismo y el desinterés de parte de quienes lo habitan; no obstante, resalta el nombre de Tulio Carrasco Urruchi, quien perteneciera a la Generación del 50 en el Perú. Carrasco es quizá el único escritor que trasciende las fronteras locales, tal y como él mismo lo dijera en muchas de sus conversaciones, “caminó codo a codo con escritores de la talla de José María Arguedas, Julio Ramón Ribeyro, Eleodoro Vargas Vicuña y otros”; por tanto, su estilo al igual que muchos de ellos estaría también marcado por la protesta y el compromiso social, pero encasillado en la situación del indígena huancavelicano; denuncia así el olvido del que este es víctima, las injusticias que sobre sus hombros recae, la explotación, la miseria, el hambre, etc.
Si sus compañeros de generación optaron por un tipo de literatura que describiera y analizara las consecuencias de la migración andina en las grandes urbes, Tulio Carrasco prefiere orientar sus letras por aquellos que optaron quedarse y labrar sus tierras, sobreviviendo a las inclemencias de la naturaleza y las condiciones precarias de sus viviendas; en última instancia, enfocó la vida de sus personajes desde el olvido y la miseria a la que eran sometidos.
De entre otras actividades culturales más, podemos mencionar la de 1947, año en la que se funda la Asociación de Periodistas y Corresponsales de diarios y la de 1959, en la que nace la primera emisora huancavelicana, Radio Villa Rica S. A.
En el campo netamente literario, en 1961, en Moya, nace Pregón, fundado y liderado por el Círculo Social Moya; rápidamente, la revista se convierte en la voz principal del pueblo que proporciona información actualizada sobre la realidad no solo de Moya, sino también de Huancavelica y Lima.

III.  AUTORES Y OBRAS

3.1.        TULIO CARRASCO URRUCHI

Nació en Huancavelica, el 23 de noviembre de 1927. Estudió la primaria en el colegio Salesiano de Huancayo y la secundaria en Lima, en el Colegio San Agustín; cursó estudios de Letras en la Pontificia Universidad Católica del Perú y Derecho y Periodismo en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; asimismo, obtuvo su Maestría en Planificación para el Desarrollo en la Universidad del Valle, Cali-Colombia. Junto a escritores de la talla de Julio Ramón Ribeyro, Pablo Macera, Carlos Eduardo Zavaleta, Eleodoro Vargas Vicuña y otros concurrió al bar Palermo, en el que más tarde, se gestaría la prolífica Generación del 50. Entre sus trabajos literarios tenemos: Cuentos de tierra adentro (1952), Mala entraña (1954), Cuando cante el gallo (1956), La Escalera (1956), Tú tan lejos y tan cerca de mí (1956), Once poemas (1960), Cuentos de la City (1963), Cuando describo la geografía del amor (1968), Revolución en noviembre (1972), Postdicciones (1978), Palli y otros cuentos (1981), Amar en la Villa (1982).

LÁTIGO

El patrón está en la capilla... ¿A estas horas?.. Está con su látigo largo y ensebado, envuelto en su poncho de alpaca. Está con sus polainas y su gran sombrero de paja...En la capilla se ve por los rincones a varios operarios de la hacienda, trémulos, silenciosos, serios, quizá porque les está doliendo el cuerpo.
Y el patrón ordena en quechua:
— ¡Traigan a ese sinvergüenza!
El caporal y el mayordomo arrastran de los brazos al Raymundo.
Y el patrón sigue gritando:
— ¡Amárrenlo de las dos manos y cuélguenlo del tirante más alto!
—Taita, perdóname. No he visto nada...
—Indio desgraciado, ¡calla la boca!.. y ustedes ¡rápido!, jalen pronto, sin mirarme.
Así, aprieten, ¡ajusten más!..
—Taita, yo no he sido. Taita, ¡taitito, papacito!
—A ver, caporal, cuenta veinte latigazos...
— ¡Güeno, patrón!..
El chicote corta el aire y la carne del Raymundo que cuelga de la viga más alta del oratorio. Los primeros golpes son fuertes, secos, precisos. El castigado los recibe sereno. Aumenta la intensidad de la zurra, y es cuando le arrancan poco a poco fuertes quejidos de dolor y sufrimiento. Luego...
—Dime Raymundo, ¿quiénes te ayudaron? —pregunta el amo.
—Yo no sé, taita.
—Fue la noche del sábado ¿no?
—Yo no sé, taita.
—Tres fueron los que sacaron, ¿no?
—Yo no sé nada, taita.
—... Mayordomo, diez chicotazos más!
El indio en péndulo, colgado de los brazos atados a las espaldas, dibuja dolor en la comisura de sus labios y en sus ojos apretados. Un sudor abundante resume su grasosa tez, como si por los poros le filtrara la angustia y el castigo.
—Mira Raymundo, ustedes se encontraron el día de luna llena.
—No taita, yo no sé.
— ¡Más látigo a este indio bruto!
—No taita, yo no he sido.
— ¿Fueron, cinco mil...?
—No taita, menos...
— ¡Mentira!, fue mucho más.
— ¡Cierto, taita!
—Como... ¿tres mil?
—No sé, taita, yo no he visto.
— ¿Quién ha visto entonces?
—A lo mejor el Mauricha Q’hampillanka.
—Traigan al Mauricio, y suelten a este animal.
El patrón está furioso y respira fuerte como toro bravo. El pobre Mauricha se aplasta contra la pared, encogiéndose. Lo tiran del poncho hacia los pies del patrón y el patrón lo levanta y le pone un brazo sobre el hombro.
—Dime Mauricha, tú fuiste con Raymundo y otro más.
—Yo no he sido taita, no estuve aquel día.
—Mientes. Trabajaste para la hacienda, yo mismo te di tu ración de coca.
—Yo no vine, taita, estuve lejos.
—Te vieron por la noche.
— ¿Quién, taita? ¡Que me lo diga de frente!
— ¡Mayordomooo, cuélgalo y dale duro!
El mayordomo exuda y el eco de veinte rebencazos restalla en el retablo del altar mayor. Danzan las bujías de las velas como aplaudiendo la escena.
—Así, denle fuerte, a este pobre que no estuvo esa noche.
—A lo mejor estuve, no recuerdo, taita.
— ¿Y quiénes te ayudaron a cargar?.. Pesaba mucho ¿no?
—Yo no sé taita, no puedo recordar.
— ¿Estaba en un cajón o una petaca?
—Yo no sé, taita, estaba podrido.
— ¡Tú fuiste! ¡Acabas de confesarlo!
—Yo no fui, taita.
—Y ¿dónde lo llevaron?
—Esa noche no estuve. Me fui al «huaylas».
—Cada uno se llevó su parte, ¿no?
—Yo no sé, taita, me fui con Palmicha Kurunña.
— ¡ Ah!.. ¡ con Palmiro!
— ¡Mayordomo, dónde está el Palmiro Kurunña?
Al Palmicha lo jalan de un rincón. Están verdinegros, hasta plomizos de terror y les tiemblan los labios como a llama enferma.
Y la noche, tramando algo, pasta sus incontables sombras; y la noche quiere llorar sin rayos ni truenos. Será lluvia fuerte. El patrón iracundo resopla como el viento que acaba de llegar con aguacero bravo. Dicen que la lluvia son lágrimas de ánimas del purgatorio.
— ¡Amárrenlo, ajusten la soga hasta que se ponga morado!
—Dime Palmiro, antes de que se te castigue, fuiste con Raymundo y Mauricio y sacaron el cajón... ¿no es cierto?
—No, taita, no los vi.
— ¿No los viste?
—No, taita, no los vi.
— ¡Látigo con este animal!
El tronador ensebado rasga la carne como si fuera tormenta. En el campo y sobre los sembríos llueve, y el agua rueda por todas partes. Los gallos no han saludado la mañana, porque cuando cae lluvia parece que sintieran frío.
Amanece sin la estrella grande que se fue oculta por la neblina.
El patrón colérico y somnoliento castiga indoblegable. Ahora lo hace él mismo.
—Te voy a pegar veinte latigazos más.
—No taita, yo no sé.
—Quítenle las ropas.
—Que no me desnuden, no taita, desnudo ¡no!, confesaré, que no me quiten las ropas.
—Di.
—Era una petaca con monedas de oro y plata. Raymundo y Mauricha me ayudaron a escarbar.
— ¿Por qué no confesaron antes?
—Digo no más, porque no fuimos nosotros.
—»Digo no más»... ¡indios mentirosos y ladrones! ¿Dónde lo han guardado?
—No sabemos, taita.
— ¡Mayordomo, látigo, y calatos!
—No taitito, que no nos desnuden aquí en la iglesia y ante tanta gente. Confesaremos patroncito.
— ¡Por último! ¿Dónde está?
Los peones se miran como preguntándose si deben decir la verdad. En lo más recóndito de su secreto saben que ellos son los dueños legítimos y no avisarán de su hallazgo. Pero hay que declarar lo cierto, porque el amo los seguirá flagelando y torturando. Tras larga meditación, responden en coro:
—Junto al corral del Palmicha, bajo el quingual, allá en la quebrada de Wiñas.
— ¡Vamos todos: —ordena con una sonrisa de triunfo el amo.
—Vamos, pues...
El patrón monta su alazán de paso y los indios en larga comitiva lo siguen callados. Llovizna. El aguacero amengua. Toda la noche rugió el agua y el gran río ha crecido considerablemente. Al fondo se ve que el huayco se ha llevado la huerta y el pomar.
Suben a la cumbre junto con el sol. Al otro lado está la quebrada del Wiñas. Y arriba la sorpresa en los ojos de todos.
— ¡Gran huayco se había levantado por acá! —exclama el guía.
—La familia del Palmicha se ha escapado de milagro.
— ¡Felizmente!, yo no viviría en esta quebrada —parlan los indios.
—No se ve el quingual, patrón, el barro lo ha tapado hasta la copa, también los corrales. La casa, todito, caray.
—Bajemos —ordena el hacendado.
—Imposible, taita, podríamos hundirnos, es peligroso. Hay que esperar hasta que se oree. La ciénaga puede tragarse tres caballos uno sobre otro. Hondo está, da miedo.
— ¿Sí? — contesta el latifundista frotándose la barba crecida por la mala noche— a mí no me engañan, asquerosos, y ¿aquello que brilla junto al corral?
—No patrón, no hay nada, cuidado que se puede hundir.
Hinca las espuelas en los ijares del bruto que se niega a cruzar el lodazal. Herido, salta largo. Los indios gritan desde la ribera. Jinete y caballo, pese a sus esfuerzos, se enfangan poco a poco en las entrañas de la ciénaga. El animal asfixiado se hunde lentamente y el hombre al verse perdido se para sobre la montura, implorando:
—Tírenme algo, una soga. ¡Por Dios, ayúdenme!
Sólo está el látigo, húmedo de sangre viscosa, largo...
—A ver si alcanza, patrón —aconseja el mayordomo, inclinándose hasta donde le es posible.
Le arroja el tronador. Angustiado, el gamonal se coge de la punta con desesperación.
Pero debido al esfuerzo, al barro y el sebo se le escurre paulatinamente cayendo de espaldas sobre el cieno, y como si expiara una terrible condena, entre gritos, maldiciones y atoros, desaparece tragado por el fango implacable.
Los indios no ríen, ni lloran. Sus caras de tierra estéril tampoco expresan ningún sentimiento. Sólo se miran como preguntándose: ¿será bueno el otro patrón que vendrá? A éste se lo ha llevado, clarito, el diablo. ¡Ni su látigo lo ha podido salvar!



BIBLIOGRAFÍA

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TORO, C. (2012) Manual de literatura peruana. Tomo I, II y III. Lima-Perú. AFA Editores
TÁNKAR (1987) Cuaderno literario Tánkar. Lima-Perú Editorial Mundial S.A.
ZUÑIGA, C (1995) Literatura de Tayacaja.Lima-Perú. Ediciones Capulí

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https://www.slideshare.net/ignaciosobron/la-guerra-fra-76068213
https://www.taringa.net/posts/imagenes/19671567/Che-guevara-y-Fidel-Castro.html
https://proactivo.com.pe/proponen-continuar-con-proyecto-complejo-minero-santa-barbara/

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